Como bien se expresa en esta noticia, a consecuencia del COVID nos enfrentamos a una catástrofe generacional en la educación, ya que la enseñanza es la clave para el desarrollo personal y el futuro de las sociedades. Con la pandemia del COVID-19 ha causado la mayor disrupción que ha sufrido nunca la educación, al menos 40 millones de niños del todo el mundo han perdido el tiempo de enseñanza. Por otra parte los progenitores en especial las mujeres han tenido que asumir pesadas cargas de cuidado en los hogares. A pesar de las clases impartidas por internet y todos los recursos utilizados siguen existiendo muchos alumnos a los cuales no les ha llegado la educación, como los alumnos con discapacidades, con excesos recursos económicos…
En mi opinión, pienso que el COVID-19 ha causado una gran brecha en la educación, pues muchos de los docentes no sabían cómo afrontar esta nueva situación, ya que se ha cambiado de un modelo escolar presencial a uno online desde sus casas, esta nueva modalidad ha dificultado el aprendizaje de los alumnos, sobre todo de los alumnos con discapacidades o déficit de atención, puesto que estos alumnos necesitaban una cierta atención y a través de internet no se puede recibir de igual manera que presencial.
Por otra parte también ha sido difícil para los padres, ya que tenían que estar encima de los niños para que aprendieran y al cuidado de estos, mientras que ellos aparte tenían su trabajo y no tenían apenas tiempo para ellos, también ha supuesto una dificultad en la economía familiar, pues muchas familias no tenían dinero suficiente para afrontar todos los recursos que había que utilizar para dar clase.
En conclusión, el COVID-19 ha hecho que la educación empeore y los alumnos no aprendan ni se relacionen de igual manera que lo hacían en las clases presenciales.
C.E.I.P SIMS
Laura Milla Díaz
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