Vivimos en una sociedad donde el patriarcado aún existe y donde se sigue teniendo a la mujer esclavizada. Además, la publicidad no ayuda, sea arte o sea industria, la publicidad es algo que ve todo el mundo de manera socializadora y que son las mayores fuentes de comunicación para, sobre todo, aprender.
En la mayoría de anuncios, la figura de la mujer se ve en casa al cuidado del bebé o en las tareas domésticas y el hombre en anuncios de ocio, sin mencionar siempre la victoria de estos. También, el objeto de deseo de la mujer de salir siempre cuidando su línea, su cuerpo, comiendo productos dietéticos o usando tales cremas.
Pues también, una forma de contextualizar la violencia de género es en la forma estructural, es decir, con la brecha salarial, ya que en las mismas circunstancias, las mujeres cobran menos que los hombres.
Me parece mal que en pleno siglo XXI se sigan viviendo estos hechos y sucesos de micromachismos o machismos en sí y que de una vez por todas no se avance. Otro dato que me llamó bastante la atención es que en una charla dada sobre la sutil violencia de la publicidad, las protagonistas eran todas mujeres y de las 90 personas que llegamos a estar en la videoconferencia, tan solo 11 personas eran hombres. A mi este dato me parece realmente triste. Estas charlas son para todos los públicos pero yo creo que los que más nos tenemos que concienciar somos los hombres, y claro, si solo hay ese número tan bajo de espectadores pues… poco se podrá reflexionar. Sin embargo, ahí estaban las 79 mujeres restantes, siguiendo con la lucha feminista.
A lo mejor, un “simple” anuncio puede parecer una tontería pero siempre hay que mirar el trasfondo de ello, de los anuncios, de los actos, de nuestras palabras y de todo, porque no sabes a quien puedes herir o dejar mal. Aquí nadie es mejor que nadie, todos y todas somos iguales y por eso tenemos que seguir luchando, porque aún queda recorrido.
Fernando Lara Borrás
C.E.I.P. SIMS

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